Desde
el punto de vista histórico diremos que los túneles, como vías de comunicación
y
transporte,
son relativamente recientes si los comparamos con los primeros túneles
destinados
a la explotación de minerales que se remontan a la Edad de Piedra y que
tenían
por objeto la extracción del sílex o pedernal, material indispensable con el
que se
fabricaban
multitud de armas y herramientas; cuando se agotaba en la superficie se seguía
la veta
por medio de pozos y galerías. Este proceso debió iniciarse hace unos 15.000 años
Se han
encontrado minas de sílex en Inglaterra, Bélgica y Francia del 2500 a.C., y son
algo
más antiguas las encontradas en la península Escandinava: en ellas la
excavación se
realizaba
con picos y martillos de mango de hueso y hoja del propio pedernal.
Otro
producto necesario fue la sal. Las minas de sal más antiguas se localizaron en
Austria
(2500 a.C.) y Polonia (3500 y 2500 a.C.). Estas últimas se reabrieron en el
siglo XIII y
siguen
produciendo en la actualidad.
Ya en
la Edad de los Metales, se excavaban pozos de los que partían galerías para
extraer
el cobre. Para ello se utilizaba la técnica
del fuego que consiste en calentar la piedra
con
fuego para enfriarla después bruscamente con agua, produciendo así el
agrietamiento de la
roca.
El gran consumo de cobre, utilizado para la fabricación de herramientas y otros
utensilios,
heredado
el arte de fundirlo de los sumerios, hizo que en Egipto se desarrollase de gran
manera
la minería, utilizándose para la excavación técnicas más sofisticadas como
introducir
tacos
de madera en las muescas y a continuación empaparlos en agua, pues la
dilatación de la
madera
producía la fractura de la roca. Gran parte del cobre se obtuvo de las minas de
la
península
del Sinaí.
También
fueron los egipcios los que empezaron a explotar el oro, en un área situada
entre
el Mar Rojo y el Nilo, con minas situadas a profundidades de 90 m y longitudes
de
galerías,
cuyo techo se entibaba con maderas, superiores a los 400 m. La palabra ”mna” (mina)
proviene
de una moneda informe de oro que se utilizaba en la antigüedad y que se
cambiaba
según
el peso. También existían explotaciones mineras de turquesas y de esmeraldas,
éstas
últimas
con profundidades de hasta 240 m. Los trabajadores en esta época eran esclavos
o
prisioneros
de guerra, y las condiciones de trabajo eran durísimas.
Al
igual que en Egipto, en Europa existían minas de cobre, sobre todo en el Tirol
(Austria),
del 2500 a.C. Hacia el año 1000 a.C. los mineros no eran esclavos y crearon una
comunidad
muy próspera. En España hacia el 1100 a.C., se creó en Cartagena uno de los
centros
más importantes de la minería de la plata.
En la
época griega no se experimentaron cambios importantes. Las minas de plata y
plomo
del monte Laurium, cerca de Atenas, se trabajaron en el 2000 a.C.; en ellas se
perforaron
unos 200 pozos que conectaban las galerías entre sí, el más profundo de los
cuales
tenía 117 m.
La
innovación de los romanos en la minería fue la introducción de sistemas de
drenaje
mediante
norias de cangilones, que permitían la explotación de minas inundadas o en
niveles
más
profundos. También es innovadora la metodología empleada en las minas de oro:
se
perforaba
la montaña con multitud de galerías por las que se hacían circular las aguas de
un río
que previamente se había desviado de su cauce por medio de canales, viaductos y
túneles,
y el agua arrastraba el oro en bruto que quedaba depositado a la salida. Es el
caso de
las explotaciones auríferas de Las Médulas (León) de enorme importancia y
volumen,
cuyo período de explotación duro los 200 primeros años de nuestra era (fueron
consideradas
monumento histórico-artístico en 1931); también es de reseñar la explotación de
oro de
Monteforudado (Lugo) en la que se desviaron las aguas del Sil con un túnel que
originariamente
(200 a.C.) tenía unos 200 m de longitud y una sección de 20 de anchura y
altura.
Ya en
la Edad Media la minería se consolida en Europa, aunque las técnicas no se
modifican
y perduran hasta prácticamente la Revolución Industrial. A mediados del siglo
XII se
comienzan
a codificar los derechos y obligaciones de los mineros, así como una especie de
títulos
de propiedad que hicieron que se desarrollara la industria minera.
Con lo
que respecta a la primera obra técnica sobre la construcción de túneles, data
del
año
1556 y fue escrita en latín por Georges Bauer y posteriormente traducida a
varios
idiomas;
durante tres siglos fue la autoridad máxima en lo que se refiere a minas y
túneles.